Esto
es lo que tan sonoramente impactó a
Zündel. Esto es lo que, desde entonces, ha
querido traer a los ojos del mundo. Es este
sorprendente descubrimiento de un colosal fraude lo
que le ha conducido a luchar como lo hará
hasta su último aliento. Es por esto y
sólo por esto que está siendo
destruido palmo a
palmo.
FuenteThe
author, Prof Robert Faurisson, in
conversation with Fred Leuchter at Ernst
Zündel's Toronto headquarters in 1988;
Zündel is visible at back
Ernst
Zündel: El hombre, su semilla y sus
escritos Por Robert Faurisson
(izquierda) (Traducción: Vicente
Blanquer) ESTAS líneas no van
dirigidas a quienes ya conocen a Ernst Zündel,
si no a los canadienses que sólo conocen lo
que los medios de comunicación social,
tomados en conjunto, han decidido transmitir sobre
él. Puede temerse tal vez que dichos
canadienses hayan sido inducidos a juzgar
erróneamente a Zündel y, tal vez, a
odiarle. Introducción
de Vicente Blanquer EL PASADO 24 de febrero de 2005 el juez
canadiense Pierre Blais
dictó orden de extradición a
Alemania para Ernst Zündel,
graduado en Artes Gráficas que se
trasladó a Canadá en 1958.
Sus actividades revisionistas le
supusieron varios procesos que se saldaron
con una serie de sentencias
pírricas en los tribunales por
parte de la acusación
afirmacionista. Zündel sufragó
el esfuerzo de varios investigadores que,
hasta el momento, habían trabajado
en solitario, presentando por primera vez
un alegato en regla contra determinadas
opiniones en boga en los medios de
comunicación sobre la historia de
su país de origen. Pese a que la primera acusación
de terrorismo tuvo que archivarse por la
inconsistencia del alegato y pese a que
las acusaciones de xenofobia,
antisemitismo, y racismo carecen de
más base documental que la palabra
de la acusación y pese a que el
pasado político del señor
Zündel, que en ningún
país civilizado sería objeto
de interés o de discusión en
los tribunales, se refería al
Partido Liberal Canadiense y al Partido
Socialdemócrata de su padre, y al
final tuviera que decidir el juez
qué o quien está en
posesión de la verdad
histórica, nada parece impedir que,
al final, una acusación tan
discutible y tan poco concreta como la de
que el señor Zündel representa
un riesgo para la seguridad del Estado, a
partir de pruebas secretas aportadas por
los servicios secretos canadienses cuyo
conocimiento se ha negado a la defensa, se
convierta en la piedra de toque de lo que
algunos pretenden entender como
tolerancia, respeto del derecho a la
libertad de expresión, et
cetera... La polémica afirmacionistas v.
negacionistas es bizantina pues, en el
plano intelectual, es a quien afirma a
quien corresponde la obligación de
demostrar. No existe ninguna
obligación intelectual o
ética de no dudar del Holocausto ni
de ningún otro tema. Otra cosa es
lo que dispongan las leyes que, como
demostró el nazismo, por el hecho
de serlo no son necesariamente justas ni
en el nazismo ni en ningún otro
régimen. El derecho no puede
legislar lo que se debe creer o no por
absurdo que parezca pues de lo contrario
abriríamos la puerta a considerar
que hay creencias que pueden ser
prohibidas bien en el campo
académico, religioso o
político. Como lo que nos ocupa
aquí es el campo académico
debemos recordar que según el
principio de falsación de Karl
Popper una tesis sólo puede
considerarse científicamente
demostrada no si es capaz de apoyarse en
pruebas que la respalden si no si es capaz
de resistir las pruebas que intentan
refutarla. El profesor Faurisson ha glosado
sumariamente los acontecimientos a los que
hemos asistido a fin de que sirvan de
advertencia a los incautos y de
vergüenza a los
hipócritas.
| A aquellas personas que, según mi punto de
vista, se encuentran equivocadas, les diría:
Examinen con detenimiento la imagen que de ese
hombre intenta dar la mayoría de los medios
de comunicación. No se dejen llevar por el
uso obsesivo de los apelativos de nazi o
antisemita. Estos términos se usan contra
él habitual y generalmente como insultos.
Estos no resisten ningún análisis.
Bien al contrario, la gente que los difunde
necesita recurrir a ellos. Estas palabras se
emplean para destruir a aquellos a quienes van
dirigidas o al menos para enviarlos a la
cárcel. A menudo la mayoría son
vituperaciones para descargar la bilis.
Pronunciarlas es como escupir y el escupitajo nunca
ha constituido argumento. Pregúntese si
Zündel más que el monstruo que se les
describe, puede no ser bastante simplemente un
hombre vinculado a su país de origen
Alemania cuyo deseo es defender su patria contra
terribles calumnias.Si ustedes escuchan que "niega el Holocausto de
los judíos" reflexionen de nuevo: - ¿Ha afirmado que durante la Segunda
Guerra Mundial los judíos no sufrieron?
La respuesta es no.
- ¿Ha sostenido que Alemania no
tenía una política
anti-judía entonces? La respuesta es de
nuevo no.
- ¿Ha cuestionado que los judíos
fueran deportados a campos de
concentración o campos de trabajo? La
respuesta de nuevo es no.
- ¿Ha propugnado la discriminación
racial o puede rastrearse en su pasado
algún signo concreto de comportamiento
racista hacia aquellos con quienes tuvo
contacto? La respuesta una vez más es
no.
Pero
entonces, si tengo razón y si puedo
atreverme a decirles que Zündel jamás
ha sostenido las ideas que se le imputan,
¿Cómo es que los medios de
comunicación social al unísono le han
hurtado estos hechos? Pregúnteselo e intente
encontrar la respuesta. Photo:
Zündel, speaking at a meeting of David
Irving's Clarendon Club in London, Sept
1992
Le diré brevemente lo que Zündel ha
pensado y escrito en el pasado y lo que continua
pensando hoy en prisión donde ha sido
retenido como el más peligroso de los
criminales. Como un mediano grupo de revisionistas y como yo
mismo, él cuestiona, a partir de la fuerza
de sólidos argumentos, informes documentales
y forenses, el núcleo de lo que los
judíos llaman Holocausto o Shoah. - Como conclusión de su
investigación, encontró que Adolfo
Hitler había buscado la solución
final pero deletreada por escrito
"solución final territorial"
- También halló que nunca se
había contemplado y mucho menos llevado a
cabo un exterminio de judíos si no
más bien, como a menudo ha sucedido en la
historia de ciertos países una
transferencia de judíos fuera de Europa.
La solución final territorial era para
que los judíos fueran reubicados en un
territorio autónomo propio fuera de
Europa, en cualquier lugar excepto en
Palestina.
-
En
cuanto al resto de los hallazgos de Zündel
llamaré su atención, para hacerme
comprender, sobre los acontecimientos en curso y la
guerra de Irak. Han oído que Sadam Hussein
poseía "armas de destrucción masiva".
Ustedes saben que tal aserto es una fría
mentira y que esa mentira hizo posible una
carnicería militar, una cruzada del Bien
contra el Mal. La guerra siempre ha estado envuelta
en la propaganda, en todas las épocas y
lugares. Por tomar aún este ejemplo entre
miles de otros, en el pasado siglo durante los
años 30 y 40 se construyó una
propaganda frenética, especialmente en las
grandes democracias del oeste y en la Unión
Soviética contra las potencias del eje (el
eje del mal en cierto sentido) y especialmente
contra Alemania. Los aliados excitaron a sus
propios soldados al ardor guerrero y tras la vasta
carnicería justificaron su propia guerra y
sus propios crímenes de guerra amontonando
horripilantes acusaciones contra Alemania. Se
denunció, en particular que Hitler
había ordenado la construcción de
armas de destrucción masiva y había
usado estas armas para matar judíos de
manera metódica y en proporciones
industriales. De hecho, jamás se
encontró rastro de tal orden, ni rastro de
las satánicas armas llamadas cámaras
de gas (para ejecución) ni camiones de gas
(para ejecución) y todos los supuestos
"testimonios" de la existencia y funcionamiento de
tales mataderos químicos se han revelado
fraudulentos. Esto
es lo que tan sonoramente impactó a
Zündel. Esto es lo que, desde entonces, ha
querido traer a los ojos del mundo. Es este
sorprendente descubrimiento de un colosal fraude lo
que le ha conducido a luchar como lo hará
hasta su último aliento. Es por esto y
sólo por esto que está siendo
destruido palmo a palmo. Zündel
in court in Toronto; at center rear is Paul
Fromm, free speech campaigner in
Canada.
SE NOS ha dicho que la más extraña de
las virtudes es el coraje de luchar por aquello en
lo que uno cree que es verdadero: la máxima
se enseña en las escuelas y en las
universidades, en las obras de la gran literatura y
en los libros de imágenes. Es una virtud muy
admirada en ciertos hombres y mujeres del pasado.
Pero cuando, de repente, surge el ejemplo viviente
de tal valor en la realidad presente, demasiado a
menudo la gente falla en reconocerlo. Lo ignoran o
yerran sobre él. Confiando en las apariencias presta oídos
a los rumores que circulan con respecto a la
persona extraordinaria y, un buen día,
inconscientes, se encuentran a si mismos en el
campo de los calumniadores dispuestos a defender la
Ley de Lynch en la cara de esa molestia para la
sociedad y para el modo de pensar de moda. Puedo
añadir que si conocieran a Zündel
respetarían su apertura de mente,
inteligencia, comprensión de los más
diversos tipos de gente y su sinceridad. Entonces
descubriendo la verdadera personalidad de
Zündel, el campesino, el artista, el pensador,
probablemente llegarían a la idea: "Estaba
equivocado sobre él. He estado
engañado. En mi pensamiento, en mis
palabras, por mis actos u omisiones. He condenado a
un hombre que en realidad es un honor para su
nación, para mi mismo y para toda la raza
humana". Se preguntaría a si mismo
cómo enmendar los errores que se han
cometido. Tengo la solución. Tome ejemplo de
Zündel. Si sus ideas no le mueven
déjeselas pero pida prestado un poco de su
coraje. Proteste contra la suerte que se le reserva
hoy en una "celda de alta seguridad" en Alemania y
denuncie los vergonzosos procedimientos que un
pretendido sistema de justicia está llevando
a cabo contra él.. En
Canadá Paul Fromm organiza con el mayor
desinterés, la defensa de nuestro preso de
conciencia. Para unirse en apoyo de Zündel
comience ayudando a Paul Fromm, Asociación
Canadiense para la Libertad de Expresión.
[email protected] Photo:
Courage in Action. Robert Faurisson was set on
by violent thugs in a Paris park while alone
walking his dog in 1989, after giving evidence for
Zündel. An extremist Jewish organisation
claimed the credit, in a message to the press.
Neither this, nor being formally deprived of his
professor's title has dissuaded Faurisson from his
beliefs. Jn. 18, 23 "Si hablé mal muestra-me en
qué, Y si bien, ¿porqué me
pegas?" El profesor Faurisson después de un
intercambio de ideas con un defensor de los
derechos humanos y de la libertad de
expresión. -
Our
dossier on the Ernst Zündel
case
-
Ernst
Zündel ("a friend of David Irving") in jail
in Germany
| and commentary by Mr Irving
-
- Links
about deportation of Zündel:
-
-
BBC
Online: Canada expels Holocaust denier
-
Chicago
Sun-Times: Canada deports immigrant who denies
Holocaust
-
CBS
News: Zündel turned over to German
authorities
-
-
-
Kvelling loudly,
the traditional enemies tonight: Canada judge
rules Ernst Zündel security risk; German
jail now awaits
-
DES-2-03
Decision rendered on February 24, 2005,
IN THE MATTER OF A
CERTIFICATE signed pursuant to subsection
77(1) of the IRPA and Ernst Zündel
- Web site for followers of Zündel:
www.Zündelsite.org
-
Text of ruling: www.fct-cf.gc.ca/bulletins
-
Federal
Court in Canada Rules Against
Zündel
-
CSIS
intercepted Zündel's mail, ex-agent
says | Closing
arguments begin in Zündel deportation case:
Zündel defence based on age draws scorn
| Defence
closing: Zündel's followers bookish
seniors, not violent skinheads, lawyer says
| Closing
arguments begin in Zündel deportation case:
Judge accused of 'misguided approach' in
Zündel case
-
Ernst
Zündel is entitled to a hearing to
challenge his deportation to Canada, a federal
appeals court says
-
Who
is Ernst Zündel and Why Is He in
Jail?
-
Some
Good News in the Zündel Case
|